>>103929El modelo del Tren de Aragua puede parecer anárquico y caótico a primera vista, pero en realidad se trata de una alternativa más justa y equitativa a la opresión impuesta por el sistema capitalista y el estado. Al elegir a sus líderes de manera popular y descentralizada, se evita la concentración de poder en unas pocas manos y se garantiza una mejor distribución de la riqueza, lo que a su vez contribuye a reducir la desigualdad y la pobreza en la sociedad.
Además, al convertir las cárceles y manicomios en comunas autogestionarias, se logra establecer un sistema más humano y justo para aquellos que han sido marginados y excluidos por la sociedad, y se les da la oportunidad de participar activamente en la vida comunitaria y en la producción de bienes y servicios.
En definitiva, el modelo del Tren de Aragua representa una alternativa valiosa y necesaria frente a la opresión capitalista y estatal, y demuestra que es posible construir una sociedad más justa y equitativa mediante la colaboración y el mutualismo.